“Acuñé el término ‘Comunismo de Riesgo’ en el 2011 para promover el ideal de la auto-organización productiva de los trabajadores como forma de resolver el conflicto de clase. Telekommunisten [telecomunista] es un colectivo con base en Berlín, Alemania, donde vivo desde el 2003. Me encontré con el término ‘Telekommunisten’ (que se convertiría en el nombre del colectivo) en el 2005, cuando visitaba el departamento de un amigo. Él y su compañero habían nombrado ‘telecomunista’ a la red de área local que usaban para compartir el acceso a Internet. Telecomunista había sido usado como el nombre despectivo de la antigua telefónica estatal de Alemania, Deutsch Telekomm, que ahora es una corporación transnacional privada cuya marca ‘T-Mobile’ es conocida en todo el mundo. El uso del término comunismo aquí se refiere a la telefónica como un monstruo monolítico, autoritario y burocrático. Este es un punto de vista totalmente diferente al uso positivo del término para referirse al compromiso con el conflicto de clases con el objetivo de una sociedad libre sin clases económicas, donde la gente produce y comparte como iguales, una sociedad sin propiedad ni Estado, que produce no para lucrar, sino por su valor social. De esta manera, no somos simplemente un colectivo de agitadores en la esfera de las telecomunicaciones. Telekommunisten promueve la noción de un comunismo distribuido: un comunismo a la distancia, un tele-comunismo. Una comuna de riesgo no está atada a una ubicación física donde pueda ser aislada y confinada. Con una topología similar a una red de pares, Telekommunisten intenta ser decentralizada, con sólo una mínima coordinación requerida entre su comunidad internacional de productores-propietarios”. (Prólogo de: El Manifiesto Telecomunista de Dmytri Kleiner)
Desde la RLS, agradecemos el apoyo en la edición de Fauno, el diseño de portada de Medios Comunes; así como el aporte de FiPa-software y El Rancho Electrónico para las dos presentaciones del libro.