Premio alemán de la Paz de la ciudad de Aquisgran 2012, otorgado a Alejandro Cerezo y al Comité Cerezo México
El otorgamiento del premio alemán de la Paz de la ciudad de Aquisgrán (Aachen) a Alejandro Cerezo y al Comité Cerezo, tiene “la doble finalidad de reconocer el trabajo de defensoría de activistas de los Derechos Humanos en México”, así como para “visibilizar internacionalmente al Comité Cerezo y a sus integrantes para minimizar las amenazas de muerte en su contra”, introdujo Torge Löding, director de la oficina regional en México de la Rosa Luxemburg Stiftung, como parte de los motivos que motivaron al comité de este premio que representa el movimiento civil alemán por la paz, elegir a los ganadores de este año.
El Comité Cerezo es el galardonado internacional que comparte el premio con la organización “Borderline Europe” cual se dedica a la promoción de los derechos humanos en las fronteras externas de la Unión Europea.
El activista condecorado Alejandro Cerezo agradeció el premio que adjudicó también a cada uno de los miembros y colaboradores del Comité Cerezo, quienes en conjunto hacen posible la documentación de las violaciones de derechos humanos que se comenten en contra los defensores en México. Destacó también la importancia del premio “en un contexto de guerra” y en medio de amenazas de muerte contra los hermanos Cerezo Contreras, pues de alguna manera “legitima el trabajo del Comité ante actores que todavía no nos consideran defensores de Derechos Humanos”.
Otro factor trascendente de la entrega de este premio que se otorgará en Alemania el primero de septiembre, Día Mundial de la Paz, es lo que Cerezo llama “la configuración de un Estado terrorista en México, que usa el paramilitarismo como una forma de renunciar a su responsabilidad como Estado de proteger y salvaguardar el derecho a la libertad de expresión y a la defensa de los Derechos Humanos”. Con la entrega de este premio a una organización mexicana, se manifiesta hacia el extranjero la crítica situación que se vive en este país en materia de Derechos Humanos.
Durante el año 2011 hasta la fecha, el Comité Cerezo ha registrado más de 204 violaciones de derechos humanos a defensores de Derechos Humanos; 122 de ellas son ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y prisión política y 87 son agresiones como amenazas, intimidación, amenazas en diferentes modalidades. En este panorama con altos grados de impunidad “para que haya paz debe haber justicia, verdad y garantías para no repetir los crímenes” sucedidos en los últimos años en México en la llamada “guerra contra el narcotráfico”.
Por su parte Daniel Zapico de Amnistía Internacional en México, destacó que “mientras no haya mecanismos para exigir cuentas de los abusos cometidos por parte de las autoridades o por la omisión en su papel de gobernantes” la tarea de la defensoría de Derechos Humanos seguirá siendo vista como “tarea de héroes”, rescatando la valentía con la que el Comité Cerezo continúa impulsando la documentación de violaciones a los Derechos Humanos a pesar de los intentos por amedrentarlos.
La presencia de instituciones internacionales como la Rosa Luxemburg Stiftung o las Brigadas Internacionales de Paz (PBI) son para el antropólogo Gilberto López y Rivas, un espacio para visibilizar la violencia y la impunidad que se vive en México, donde por un lado, el Estado “trata de aniquilar esfuerzos de la sociedad civil a través del terrorismo de Estado” y por otra parte la “izquierda domesticada del país estigmatiza actores como el Comité Cerezo”. Comentó también “lo estimulante de festejar algo tan positivo” como el premio alemán de la Paz, sobre todo al ser otorgado al Comité al que considera “una maquinaria de pensamiento, ideólogos de un pensamiento de izquierda” .
Clara Meyra, representante del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, reconoció la tarea y el compromiso que el Comité Cerezo tiene con otras organizaciones de la sociedad civil y colectivos diversos, a quienes capacita también en temas de seguridad y derechos humanos, y destacó una enseñanza del Comité Cerezo en estos más de diez años de existencia, durante los que “a la violencia de Estado, se le debe mirar de frente”.